Virginie Viard
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El mundo de las pasarelas aún no puede superar el fallecimiento de Karl Lagerfeld, uno de los grandes exponentes en el diseño de la moda en las últimas décadas. Sin embargo, una mujer podría continuar con su legado, se trata de Virginie Viard. 

A lo largo de la carrera del apodado ‘Káiser’, él estuvo acompañado de una asistente, confidente y discípula que aprendió lo mejor del su maestro.

Estás enseñanzas hicieron que el mismo director ejecutivo de Channel, Alain Wertheimer le tuviera mucha confianza a la mujer de 57 años para darle el puesto que tenía Lagerfeld.

“El mayor tributo que podemos hacerle es seguir el camino que él trazó continuando (en palabras de Karl) ‘a abrazar el presente e inventar el futuro”, explicó en una entrevista Bruno Pavlovsky, presidente de las divisiones de moda y accesorios de Chanel

Por lo que la francesa cumplió el sueño de muchos becarios, convertirse en uno de los directores de la marca de moda más importante del mundo.

De los talleres a la grandeza

En 1987 Viard llegó al departamento de bordados de Chanel como becaria, ahí comenzó a ascender como tener el puesto de supervisar las colecciones de Alta Costura.

Cuatro años antes, en 1983 Karl Lagerfeld llegó a la misma empresa por lo que comenzó una era de resurrección de la marca,la cual pasaba por esos tiempos una crisis de creatividad.

Sólo pasaría poco tiempo para que el alemán y la francesa unieran sus caminos.

Una amistad que perduró

Desde que Virginie Viard conoció a Lagerfeld hubo gran química, por lo que el renombrado diseñador la tomó como su asistente personal y su discípula.

Ella no era la típica asistente que organizaba una agenda para su jefe o reservaba vuelos, etc., sino que una de sus varias responsabilidades era la que supervisaba junto con el diseñador, las ocho colecciones que salían durante el año.

“Coordino a los equipos, trato con proveedores y elijo tejidos. Luego, por supuesto, hago las pruebas con Karl. El proceso empieza en el momento en el que recibo los bocetos. Intento complacerle, pero también sorprenderle”, explicó Viard al portal The Telegraph.

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“Nuestra relación es fundamental una de profundo afecto y verdadera amistad”, finalizó.

Una nueva etapa

Fueron 30 años de trabajar hombro con hombro, tiempo suficiente para que Virginie Viard aprendiera cada aspecto que tiene que desarrollar para organizar el lado creativo de Chanel.

Su capacidad creció al grado que no sólo era la mano de derecha, sino también (de acuerdo con algunas fuentes) era la heredera del trabajo y legado del alemán.

Al final, su sueño se hizo realidad ya que los directivos le dieron el voto de confianza.

Ahora no sólo tiene la dura tarea de continuar con la línea de trabajo de su maestro, también debe plasmar su propio sello en los productos de Chanel y no quedar bajo la sombra de Lagerfeld.