¿Cómo podría algo tan antiguo llenarse de frescura y modernidad?
La nueva película de Disney Pixar es más que una historia llena de magia, es también un reflejo de la fantasía cubierta de realidad y esta reseña de ‘Onward’ te dará lo que necesitas antes de ver esta prometedora producción.
Desde ‘Coco’, Disney no estrenaba una película completamente original, las secuelas y live-actions fueron toda la cartelera que nos entregó, así que ver una historia completamente nueva es como respirar aire de campo tras estar dos años en la ciudad.
Dirigida por Dan Escalona, la historia de ‘Onward’ nos presenta una ciudad habitada por elfos, centauros, sátiros, cíclopes, unicornios, gnomos, duendes y hasta una impresionante Mantícora. Ian y Barley, dos hermanos al cuidado de Laurel, su madre, emprenderán una sólida y emocionante aventura para traer de vuelta a su padre a través de un hechizo que deberá emerger en medio de un mundo donde todo tipo de quiromancia quedó en el pasado, lo que pondrá a prueba sus habilidades, pero sobre todo, la fe en la magia.
Con escenas emotivas, personajes atrevidos y hasta un guiño a la inclusión para todo tipo de aspectos y preferencias, ‘Onward’ rescata la esencia de Pixar, tocando el corazón de aquellos que comparten su vida con un hermano, a través de un viaje literalmente épico, que va más allá del cuento de hadas.
La animación de Pixar es indiscutible, su nivel de realismo impacta y la manera en cómo nos presenta la fantasía en pequeños detalles de nuestro entorno nos da esperanzas de ver magia alrededor, al grado de presentarnos algo completamente único: Guinevere, la inseparable camioneta de Barley que, sin no tener más que un destartalado motor y ser completamente “inanimada”, cobra la esencia impregnada por su dueño con las agallas de un pegaso. Algo clásico de Pixar son los famosos “easter eggs”, que son tenues referencias a otras producciones del estudio y que también veremos en algunos personajes de la película.
Escenarios que van desde suburbios deprimentes hasta cuevas y paisajes dignos de una novela nórdica mantienen la lluvia de colores y policromías que aún mantienen el tinte mágico particular de Disney.
Las voces de Chris Pratt y Tom Holland tienen dos efectos posibles: si amas a Spider-Man y a Star-Lord, podrás disfrutar escucharlos de nuevo, pero desapegarte de los personajes de Marvel, te dará una experiencia conmovedora acentuada por sus capacidades histriónicas puestas en personajes con quienes es fácil sentir empatía, salpicados con esa ternura de Tom y la picardía de Chris que seguramente le darán un éxito a Disney capaz de superar esta película.
Con esta reseña de ‘Onward’, puedes darte una idea de que Disney explora los orígenes de aquella bandera con la que mueve su universo: la magia, tocándola con un estilo contemporáneo donde
podemos entenderla e inducirla a nuestro mundo… siempre y cuando creas en ella.