'Odisea en el espacio'
Foto: Space Odysey Screenshot escene

En 1968 Stanley Kubrick planteó una loca teoría sobre contacto extraterrestre que le quitó el sueño a más de uno con ‘Odisea en el espacio’, aunque la trama fue muy difícil de entender lo cierto es que el trabajo del director abrió un mundo de posibilidades en la ciencia que hoy podrían convertirse en realidad.

Este día se cumplen 20 años del aniversario luctuoso del cineasta y todo parece indicar que una de sus obras maestras sobre la vida extraterrestre está a punto de pasar o por lo menos cada vez nos acercamos más, pues los recientes trabajos astronómicos nos hace pensar eso.

Hay que subrayar que Kubrick no era un director como cualquiera, pues para cada una de sus películas investigaba a fondo el tema que iba a tratar, es por eso que para ‘2001: Una odisea en el espacio’ obtuvo la ayuda del escritor y científico Arthur C. Clarke que le ayudó con el guión de la película.

El cineasta planteó una pregunta que muchos científicos se han hecho ¿Cómo sería el contacto extraterrestre con la humanidad? La respuesta está plasmada en toda la película.

De hecho en un principio se planteaba hacer una obra de ‘El Centinela’ novela de Clarke, pero al final todo fue cambiando hasta que se creó una historia completamente diferente.

En la película de Kubrick se plantea una teoría que gira en torno a monolitos como artefactos de comunicación con seres de otros planetas, es así que en la época antes de la humanidad se encontró el primero de ellos. Una escena muy rara donde varios simios bailan al rededor de este objeto.

Años más tarde y dada la tecnología del momento, la humanidad encontró el segundo de ellos en Marte, así que los científicos comenzaron a especular sobre el origen de estos monolitos. Todo eso ocurre en la trama de la película.

Aunque la humanidad no ha encontrado ninguno de estos artefactos sí se está llevando a cabo una series de misiones espaciales que buscan llegar al planeta rojo, así como lo planteó Kubrick.

Recordemos que desde el año pasado se lanzaron varias sondas que lograron aterrizar en la superficie de Marte y ya existen las primeras imágenes enviadas a la NASA.

¿Qué tan cerca estamos de conquistar Marte?

Aún falta mucho para que eso sea una realidad pero poco a poco la humanidad se está acercando peligrosamente al contacto extraterrestre y si las cosas se desarrollan como en ‘2001: Una odisea en el espacio’ quizá no sea tan bueno ¿No crees?

Después de la impactante película de Kubrick se hicieron libros sobre el tema y en 1984 se estrenó la segunda parte en ‘2010: el año en que hicimos contacto”.

El director norteamericano Peter Hyams se basó en la película de Kubrick y en los libros de Clark para hacer la continuación de la historia, es así que ahora el objetivo de los científicos ya no era buscar monolitos, sino encontrar la nave que quedó varada en el espacio antes de que David Bowman se perdiera en la continuidad del espacio y del tiempo.

La historia cuenta como un grupo de científicos trata de encontrar la nave de David, que mandó un mensaje a la Tierra.

El mensaje los lleva a Júpiter, pero cuando llegan algo muy extraño ocurre y parece que el planeta sufre una transformación y se convierte en un pequeño Sol, con todo lo que ello implica, durante ese proceso los astronautas reciben un mensaje:

“Todos estos mundos son de ustedes excepto Europa, no intenten aterrizar aquí, úsenlos juntos úsenlos en paz”, se lee en el mensaje.

Europa es una de las lunas de Júpiter y se cree alberga agua.

En la vida real los científicos de la NASA descubrieron que en una de las lunas de Saturno hay agua, lo que indica que probablemente haya vida unicelular en ella. Algo muy parecido a lo que se plantea en la película.

Existen otros dos libros que hablan sobre el desenlace de esta historia “2061: Odisea tres” y “3001: la odisea final” escritos por el mismo Arthur C. Clark.

Hasta el momento la humanidad no ha tenido pruebas fehacientes de que exista vida en otros planetas, pero la Ciencia Ficción se ha convertido en una herramienta para tratar de responder a los misterios del espacio, como lo hizo Kubrick en su momento.