Australia ya está lista para comenzar con las grabaciones de ‘Thor: Love and Thunder’, Taika Waititi estará a cargo de la dirección una vez más, después del éxito que significó ‘Ragnarok’ en el MCU. También ha llegado Natalie Portman, a quien no vemos ‘The Dark World’, pero su personaje tomará una historia muy peculiar en el futuro de la franquicia, con sus debidos cambios ya que Mjolnir enfermaría a Jane Foster.
Justo cuando Portman abundó la franquicia debido a como trataron a su amiga Patty Jenkins en Marvel, salió una de las historias más comentadas sobre su personaje. Thor deja de ser digno para portar el martillo, pero el mundo necesita al superhéroe y resulta que Foster es quien puede empuñarlo y decide ir contra los enemigos, pero hay un problema.
A diferencia del MCU donde el personaje es una prominente científica, en los cómics Foster es una enfermera que termina enfermándose de cáncer, por lo que se somete a quimioterapia. Los problemas comienzan cuando tiene levanta el Mjolnir, pues la magia cree que el cáncer es parte de su cuerpo, sin embargo le quita de su sangre las sustancias químicas, de tal modo que deja avanzar la enfermedad. En un punto Doctor Strange le hace ver que si vuelve a levantar el arma no sobrevivirá.
Ahora, las cosas cambiarán en el MCU, eso es seguro. Por un lado Waititi no dejó muy claro si utilizarían este tema de la enfermedad, pero Portman revela que “esa publicación de cómics fue una gran inspiración”. Así que habrá diversos cambios.
La mejor idea que se le ha ocurrido a los fanáticos es que Mjolnir enfermaría a Jane Foster, es decir que el arma sería quien enferme al personaje de cáncer. No queda muy claro cómo puede pasar esto, pero la respuesta podría estar en los recién revelados The Wakanda Files, una complicación de Shuri donde se puede leer que “existe una conexión psíquica o telequinética a través de estas armas que magnifican sus habilidades. Esta podría ser la razón por la que Thor ha dicho en más de una ocasión que si uno de nosotros empuñara Mjolnir, existe la posibilidad de que incluso sostener el arma haría que nuestras mentes se derrumbaran en la locura. Los efectos psíquicos del arma en un simple mortal podrían ser catastróficos.”