Uno de los episodios más violentos que ha registrado la historia ocurrió en la India hace ya 11 años, la secuela de ese atentado terrorista aún sigue vigente en las mentes de las víctimas y ahora gracias al director Anthony Maras también está fresco en las mentes de los que no lo vivimos, con ‘Hotel Mumbai: el Atentado’.

Fue un 26 de noviembre de 2008 cuando un grupo terrorista perpetró varios ataques en diferentes puntos de la India dejando como saldo 173 muertos y más de 300 heridos. La crueldad de los hechos traspasaron las fronteras y diferentes medios de comunicación daban la noticia con sobresalto.

Los acontecimientos quedaron guardados en varias imágenes que se filtraron en internet y hasta el momento la mente maestra detrás de ese genocidio sigue libre.

Bajo esa premisa el director australiano, Anthony Maras, se dedicó a buscar los detalles sobre el atentado y tuvieron que pasar muchos años para que finalmente toda esa investigación se convirtiera en un guión para cine perfectamente bien adaptado por Jhon Collee y el propio Maras.

El resultado es ‘Hotel Mumbai: el Atentado’, que si bien no deja de ser una cinta de ficción hay que resaltar el hecho de que la trama está apegada, en medida de lo posible, a los sucesos ocurridos en 26 de noviembre del 2008.

Sin embargo, la historia del héroe se vuelva un tanto predecible, sacada de una típica película de terrorismo de Hollywood, donde un personaje decide hacerle frente a la situación arriesgando su vida para salvar la de los demás.

Pero como los hechos ocurrieron en India y no en Estados Unidos este héroe debía ser auténtico y que mejor que el actor Dev Patel, para interpretar al camarero indio del prestigioso Taj Mahal Palace de Bombay que ayudó a sus huéspedes a salir con vida de aquel ataque.

El hilo conductor de la historia sin duda son los terroristas, pues cada paso que dan es una constante agonía hacia la incertidumbre del qué pasará, cosa que mantiene al espectador atento a cada detalle de la cinta que dura 123 minutos.

Sin embargo, Maras tiene un afán ciego en mostrar los hechos lo más fidedignos posibles a la realidad, así que mezcla las escenas con el archivo de los noticieros que transmitieron aquel día, cosa que visualmente hablando rompe un poco con la buena fotografía de la película.

Pese a esos detalles la cinta logra su cometido: dar un mensaje al espectador sobre las dos caras de la moneda en un ataque de esa magnitud. Por un lado, los terroristas que también son víctimas de la manipulación ideológica y por el otro, el de las personas que se convirtieron el daño colateral de esa ideología.

La película está bien estructurada desde el guion hasta las escenas de acción, además las excelentes interpretaciones del elenco sin duda dan un toque de veracidad a la historia, algo que el director Anthony Maras quería lograr y consiguió.