Los famosos también cometen grandes errores en su carrera, la única diferencia con los mortales es que no hay una cámara que los esté siguiendo para que el mundo entero se entere de lo que haces. Sin embargo muchas veces el peor juez es uno mismo, como lo demuestra Ed Solomon, el escritor de ‘Bill and Ted’ se arrepiente de abandonar ‘X-Men’, como lo confiesa en una reciente entrevista.
Solomon está por ver el tan esperado estreno de ‘Bill & Ted Face the Music’, una de las películas que abrirá los cines este fin de semana, después de que la pandemia las obligara a cerrar sus puertas. Pero ahora gracias a estrictas medidas de salud parece seguro ir al cine.
Pero antes de esto, estuvo implicado en varios trabajos, y uno de ellos parece que cambió su vida por completo, el escritor de ‘Bill and Ted’ se arrepiente de abandonar ‘X-Men’ y haber alegado para que su crédito se quitara, no por ser una mala película, todo lo contrario, fue la que ayudó a catapultar la carrera de Hugh Jackman, pero no creía que debía formar parte de los créditos.
“Bueno, a Chris McQuarrie y a mi se nos dio crédito por la película y ambos creíamos que David Hayter también merecía crédito”, nos dijo Solomon para ComingSoon. “Probablemente el crédito apropiado hubiéramos sido nosotros tres. Quité mi nombre en un acto de arrogancia inmadura porque había tenido una experiencia en ‘Super Mario Bros’ donde trabajé dos semanas en él, y luego una semana o dos en el set. Estaba fuera cuando ocurrió el arbitraje. No merecía crédito por esa película. Yo era el séptimo de nueve escritores. Me dieron crédito probablemente porque nadie más quería crédito”.
Al parecer el cree que fue algo inmaduro tomar dicha decisión, pero también agrega que si pudiera cambiar su forma de pensar en aquel entonces, lo haría sin dudarlo.
“Y así, cuando llegaron los ‘X-Men’, pensé, no quiero mi nombre en una película en la que no fui el único escritor o al menos el último escritor en el que estaba tomando estas decisiones. Así que quité mi nombre. Eso fue inmaduro. Fue autoindulgente, arrogancia inmadura. Fue estúpido a nivel empresarial y fue estúpido a nivel creativo. Fue solo juvenil, pero me enseñó mucho, me enseñó mucho sobre mí, y de hecho cambió mi propia relación con mi ego y con mi trabajo”, añadió el guionista.
“Pero al final del día, ¿sería una persona más feliz? No, porque me obligó a hacer una especie de autoanálisis y reestructurar mi propia experiencia interna del trabajo que me convirtió en una persona más saludable y tal vez una mejor persona en general. Entonces, en retrospectiva, probablemente no fue una mala decisión, pero solo porque elegí convertirlo en algo que, con suerte, a la larga sería más saludable para mí. Si tuviera que hacerlo todo de nuevo, por supuesto, no quitaría mi nombre.”