Ni Nostradamus ha podido predecir tantos acontecimientos como la familia amarilla más longeva de la televisión, pues una vez más han acertado ya que ‘The Simpsons’ predijeron triunfo de los Rams.
El pasado domingo 20 de enero se jugó el partido entre los Rams (Carneros) contra los Saints (Los Santos) para poder pasar al Super Bowl LIII, sin embargo en los últimos minutos del enfrentamiento ganaron los oriundos de Los Ángeles de una manera muy polémica y poco clara.
Y sí, Los Simpsons dijeron que pasaría esto.
En el último cuarto de la final de la Conferencia Nacional, los Saints de San Francisco tenían el balón en sus manos para poder avanzar las últimas 10 yardas y anotar, por lo que decidieron lanzar un pase al receptor abierto Tommylee Lewis por la banda derecha, no obstante el defensa Nickell Robey-Coleman lo tackleó brutalmente.
Ahí fue cuando comenzó la controversia, pues lo árbitros tenían que haber marcado como una interferencia de pase esa jugada, es decir, el jugador de Carneros derribó a su rival antes de que tomará el balón, esto se considera como una falta pero dejaron pasar este hecho.
Tras esto, los Rams pudieron obtener la victoria pero enfureció a muchos aficionados que consideraron que fue “un partido robado y que tenía haber marcado falta”.
Pero al parecer este polémico triunfo ya lo había predicho en la serie animada ‘The Simpsons’.
En el episodio de la tercera temporada titulado ‘Los Pronósticos de Lisa’, la niña comienza acertar en los resultados de los partidos de la NFL, por lo que Homero la usa como su oráculo y poder apostar.
En una parte del capítulo, el padre le pregunta Lisa por quién debían apostar en los partidos que estaban por jugarse entre ellos el de los Rams, por lo que ella contesta:
“Los Carneros porque siempre hacen trampa”, en la siguiente escena uno de los narradores del juego indica “y en un partido extremadamente duros ganan Los Carneros”.
Puedes ver esta escena en el minuto 1:00 del siguiente video.
Ahora los Rams jugarán en el Super Bowl LIII contra los Patriots, el 3 de febrero en el Estadio Mercedes-Benz, ubicado en Georgia, Estados Unidos.