Desde hace unos meses se había planeado interceptar un cuerpo celeste para analizarlo y tratar de obtener pruebas sobre el origen del universo, pero no fue hasta este viernes que la misión se cumplió, pues una sonda espacial japonesa llegó a un asteroide y mandó sus primeras imágenes.
En un hecho sin precedentes la sonda Hayabusa2 tocó la superficie de un asteroide situado a 340 millones de kilómetros de la Tierra y ya comenzó a recolectar algunas muestras, las cuales serán analizadas por los especialistas para determinar la edad del universo.
La nave fue monitoreada todo el tiempo desde su centro de control en Kanagawa al sur de Tokio.
El viaje que hizo la sonda duró cerca de cuatro años y terminará en el 2020 cuando la misión regrese a la Tierra con las muestras obtenidas.
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— HAYABUSA2@JAXA (@haya2e_jaxa) 22 de febrero de 2019
El director de dicha misión, Makoto Yoshikawa, expresó su gran alivio por el logró de la sonda Hayabusa2 y aseguró en entrevista que se trataba de “un nuevo comienzo para la ciencia planetaria”.
“Hoy una mano de la Humanidad ha alcanzado una nueva parte del universo”, dijo Yuichi Tsuda, otro de los responsables del proyecto, quien añadió que el aterrizaje “se llevó a cabo de forma óptima”.
Japón es el único país que ha intentado traer desde un cuerpo celeste diferente a la Luna algunas muestras y lo consiguió con la primera misión Hayabusa en 2010, aunque el objeto estaba mucho más cerca y era aún más joven.
La segunda generación de esta sonda tocó hoy levemente la superficie del asteroide Ryugu, y al hacerlo disparó proyectiles de tantalio sobre el terreno con el objetivo de crear un cráter artificial y extraer materiales que fueron luego aspirados por un brazo del aparato.
“Las señales enviadas por Hayabusa2 indican que las muestras de material han sido recogidas con éxito, aunque esto solo podrá confirmarse una vez que la sonda regrese a la Tierra”, explicó el director de investigación de la JAXA, Takashi Kubota.
Se cree que las rocas de Ryugu albergan restos de carbón y agua formados durante el nacimiento de nuestro Sistema Solar hace unos 4.600 millones de años, lo que podría aportar pistas sobre la formación de los planteas y el origen de la vida.
La Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) también cuenta con una misión similar al Hayabusa2, la emprendida por la sonda Osiris-Rex con destino al primitivo asteroide Bennu, que alcanzó a finales del año pasado para retornar a la Tierra con muestras en 2023.