Hace 22 años llegaron a nuestras vidas para nunca irse. Nos enseñaron que siempre hay que ser el mejor, mejor que nadie más para poder atraparlos a todos. ‘Pokémon: Detective Pikachu’ llegó a los cines como una nueva propuesta para las películas en versiones live-action.
Si nos vamos al baúl de los recuerdos, Hollywood tiene una muy mala historia de adaptaciones de videojuegos a la pantalla grande.
Sin embargo, parece ser que con Pokémon le dieron en el clavo.
Empecemos por aplaudir el hecho de no seguir la historia original del anime para la primera adaptación del nuevo universo cinematográfico Pokémon.
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Uno de los grandes errores de muchas cintas es querer replicar fielmente las series, novelas, videojuegos, etc en la pantalla grande; y lo anterior sólo termina decepcionando a los fanáticos religiosos.
¿Cómo abarcar toda una serie que duró al aire 5 años?
Sencillo: no haciéndolo.
‘Pokémon: Detective Pikachu’ está basada en el videojuego del mismo nombre que fue lanzado en 2016.
La trama, sencilla pero emocionante, encajó a la perfección en el formato de pantalla grande pues no hay detalles excesivos que cuidar en cuanto a línea del tiempo o personajes se refiere.
Aunque hay que admitir que hay varios minutos de la película que la historia no cuajó por completo, se tornó predecible y cayó un poco en cuanto al clímax, pero se rescató con una gran escena de batalla entre Pikachu y no les diremos quién.
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Sabemos que todos en el fondo queríamos ver a Ash, Misty y Brooke en el cine, pero sinceramente, eso hubiera sido desastroso.
Comenzar con un spinoff ha permitido a los cineastas eludir hábilmente las expectativas sobre cómo los personajes deben hablar, mirar y vestirse, dando espacio a los actores para que cobren vida.
Pero eso no significa que el filme tenga más o menos alma Pokémon.
Aquí es cuando entra la nostalgia como ingrediente principal dentro de la fórmula de la película.
Los verdaderos fans pueden sentirse identificados de manera inmediata gracias a los diálogos, los cuales hacen mil y un referencias al universo Pokémon que todos conocemos desde la década de los 90.
La frase ‘sentirse niño de nuevo’ cobra vida en esta película.
Desde los nombres de los Pokémon hasta referencias directas a la serie, los diálogos son claros, precisos e ingeniosos aunque esto no significa que sean tan buenos y en realidad rayan en lo básico.
En cuanto al humor, este casi siempre fue soso y mucha de la responsabilidad cayó sobre Ryan Reynolds, pero de eso hablaremos más adelante.
Ahora vamos con los personajes.
Como ya dijimos, no vemos ni a Ash, Misty, Brooke y compañía, sino que vemos a un Tim Goodman interpretado por Justice Smith que no da el ancho por completo.
Hay varias lagunas en la construcción psicológica de los personajes; más parecen personalidades un tanto superficiales y repetitivas.
Pero igual funcionan.
Lo anterior se nos olvida con los impresionantes efectos visuales del filme. A esos sí sólo hay que aplaudirles.
Los puntos extra se los llevan al respetar la línea gráfica de los Pokémon inicial: total y absolutamente tiernos.
El efecto realista propio del live-action no se interpuso entre el ‘cuteness olverloaded’ característico de los Pokémon, que sin duda fue todo un éxito con Pikachu.
Abrimos un duro debate: ¿Quién es más tierno? ¿El Pikachu del anime o el del live-action?
Todo lo anterior quedó conjugado con una gran banda sonora, que si bien en algunos puntos es un poco escandalosa (imagínense mezclar una batalla Pokémon con dubstep), va a la perfección con el ritmo de la película.
Definitivamente, ‘Pokémon: Detective Pikachu’ se lleva de corbata al gran número de fracasos de adaptaciones de videojuegos a la pantalla grande sin llegar a ser espectacular, pues como mencionamos antes, la película cumple al no decepcionar pero no al maravillar.
Casi nos olvidábamos de Ryan Reynolds.
Definitivamente, el actor ha quedado atrapado en el personaje de Deadpool del cual se niega a salir, cosa que es totalmente perceptible en la película.
No veremos a Pikachu decir bromas en doble sentido o con malas palabras, pero sí a un Deadpool que se contiene porque está frente a su mamá o algo por el estilo.
El juego original tiene una conclusión insatisfactoria y no resuelta, mientras que la adaptación de la película intenta resumir todo dejando abierta la ventanita de la secuela pero al mismo tiempo cerrando ese universo en caso de que el proyecto al final resulte en un fracaso.
Ni muy muy ni tan tan, así es ‘Pokémon: Detective Pikachu’.