En un lejano 2002, cuando las películas de superhéroes parecían tener un futuro interesante, el director de ‘Evil Dead’ cambió sus terroríficas criaturas por tres producciones sobre el héroe favorito de Marvel con Tobey Maguire en el papel de Peter Parker y a Kristen Dunst como Mary Jane Watson, al principio todo iba bien hasta que la tercera entrega llegó y se convirtió en el gran fracaso que no dejó prosperar el resto de producciones que se tenían planeadas y por lo tanto a sus personajes, de hecho hay una de la que apenas fue presentada y tenía mucho futuro, los planes de Sam Raimi con Gwen Stacy eran mucho más grandes de lo que parece y vale la pena mencionarlos.
Combinar acción, drama y un poco de humor fueron piezas clave en su éxito, pero al llegar la tercera entrega todo cambió, su mayor error fue presentar demasiados personajes sin dar el tiempo correcto para conocer su historia, destacan Eddie Brock (Topher Grace), Flint Marko / Sandman (Thomas Haden Church) y Gwen Stacy (Bryce Dallas Howard), esta última sin duda se llevó la peor parte.
El es bien conocido en los cómics, y de hecho los productores pidieron que se incluyera para que MJ tuviera una revalidad con ella, pero no se logró. Los planes de Sam Raimi con Gwen Stacy iban, por ejemplo, desde que ella era quien se quedara atrapada dentro del taxi y convenciera a Harry de ayudar a Peter, pero en su lugar metieron a MJ y dejaron aún más vacío el personaje que según parece iba a estar en la cuarta entrega, la cual tuvo borradores.
Si bien el plan era seguir con Mary Jane como el interés amoroso de Peter hasta el final, Gwen tenía mucho potencial ella podría desencadenar de forma directa o indirecta una nueva pelea entre la pareja principal, así como dudas del protagonista en su papel de superhéroe, incluso se menciona que la muerte de Gwen podría ser parte importante de la producción, una lástima que no llegó a existir.