Madonna en la final de Eurovisión
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El poder de la música es unir a la gente”, fue la declaración de la ‘Reina del Pop’, Madonna en la final de Eurovisión, el sábado pasado en su primera actuación en el evento.

Estas palabras son declaran algunos que son clave de la defensa frente a las críticas que le han hecho por realizarse en Israel.

Ha sido minutos antes de su actuación en la que revivió ‘Like a Prayer’, el sencillo que revolucionó el mundo hace 30 años gracias a un incendiario videoclip en el que besaba a un santo negro, momento que sin embargo no ha recuperado esta vez.

Seguidora de la Cábala, en la tradición judía, sistema de interpretación místico y alegórica del Antiguo Testamento, quizás la diva prefirió reprimirse en su presentación en Expo Tel Aviv, a escasos 70 kilómetros de Jerusalén, de Belén y en general de todos los rincones emblemáticos de la vida y muerte del catolicismo.

Concluido el turno de actuaciones a concurso, la diva se ha subido al escenario para dar inicio a un espectáculo de 9 minutos de duración que ha arrancado con la reinterpretación de su emblemática canción.

Madonna en la final de Eurovisión inició con una clave de coral eclesiástica y junto a 30 acólitos de su propio culto que, vestidos con túnicas, la arropaban en una gran escalinata.

Después ha llegado el estreno en vivo de su más reciente tema, ‘Future’, en el que reflexiona sobre el mundo en el que vivimos, sus bailarines usaron máscara de gas.

Se trata del cuarto tema que lanza del que será su próximo lanzamiento discográfico, ‘Madame X’, el cual se publicará el próximo 14 de junio y la embarcará en una gira mundial de conciertos que, de momento, sólo la ha llevado a ofrecer dos actuaciones estelares, una hace dos semanas en los Billboard Awards junto a Maluma, y esta de la final de Eurovisión.

El holandés Duncan Laurence fue declarado vencedor con 492 puntos de la sexagésimo cuarta edición de Eurovisión con ‘Arcade’, una balada soul de corte intimista y arreglos electrónicos que otorga a este país su quinto triunfo en el Festival Europeo de la Canción, el primero desde 1975.