Desde su surgimiento en Estados Unidos el movimiento que denuncia el acoso sexual ha tenido triunfos y su modelo se ha replicado por todo el planeta llegando a tener presencia en otros países como el nuestro, es aquí donde los #MeToo que han surgido en México conforman una lista enooooorme.
Fue en octubre de 2017 cuando surgió el hashtag que sería empleado como una herramienta de Twitter con el objetivo de poder denunciar los casos de abusos sexuales.
Sí, un hashtag generó cambios en el mundo real y no sólo en el virtual.
Aunque el movimiento social del mismo nombre ya existía en Estados Unidos, no fue hasta 2017 que la etiqueta se popularizó cuando la actriz Alyssa Milano pidió a todas las víctimas de abusadores a revelar sus historias, luego de que surgieran las acusaciones contra el productor de cine, Harvey Weinstein.
One year ago I recorded this for my daughter, explaining why I shared my story of sexual assault. I never expected to release it publicly. Now, I feel it’s too important not to share. #MeToo
Dear Elizabella,
I love you so. I will fight so you don’t have to.
Love, mama pic.twitter.com/TYk5XXFksY— Alyssa Milano (@Alyssa_Milano) October 15, 2018
Un año después de la declaración de Milano, el hashtag #MeToo se utilizó más de 19 millones de veces en Twitter, de acuerdo con un análisis de los tuits en inglés que realizó el Centro de Investigación Pew.
Esta cifra equivale a un promedio de 55 mil 319 comentarios por día.
El movimiento #MeToo en México llegó a principios de 2018 luego de que la actriz mexicana Karla Souza denunció haber sido acosada y abusada sexualmente al principio de su carrera por un director de cine.
Tras esto actrices como Stephany Sigman o Paola Núñez, al igual que Azul Almazán, clavadista olímpica; también se animaron a hacer denuncias sobre sus experiencias al respecto.
Fue durante el primer trimestre de 2019 que surgieron grupos más específicos de sectores laborales como #MeTooTeatrerosMéxico, #MeTooPeriodistasMexicanos, #MeTooCreativosMexicanos, #MeTooAgenciasMéxico o #MeTooMúsicosMexicanos son sólo algunos ejemplos al respecto.
Las denuncias no se hicieron esperar, pero algo era diferente al movimiento original.
Muchas personas hacían la denuncia de forma anónima, contando su versión de los hechos y sin dar mayores evidencias o abrirse al diálogo, fue así que inició una oleada de señalamientos y una gran crisis de imagen pública para todo aquel que su nombre era revelado.
No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal. #MeeToMusicosMexicanos pic.twitter.com/pEXVf6beFn
— Armando Vega Gil (@ArmandoVegaGil) April 1, 2019
Aunque muchos negaban los hechos, algunos de ellos con evidencias, la herida y situación incómoda ya quedaba, una clara consecuencia fue el suicidio de Armando Vega Gil, bajista de ‘Botellita de Jerez’, quien acabó con su vida el primero de abril, y subrayó que su “muerte no es una confesión de culpabilidad, todo lo contrario, es una radical declaración de inocencia”.
El objetivo no es callar las denuncias de acoso en ningún sentido, tanto hombres y mujeres sufren de estas prácticas por todo el mundo, por lo que hay diferentes redes de apoyo para poder hacerlo de manera abierta, al final esa fue la clave del éxito del movimiento en su origen.
De continuarlo haciendo de manera anónima, no hay un debate de “palabra contra palabra”, sólo un señalamiento que es fácilmente calificado como ‘mentira’ y una crisis de imagen pública que bien podría recordar a los populares ‘Juicios de Brujas’ de Salem, en Estados Unidos.