El diablo viste a la moda se ha convertido en un clásico moderno, y su producción está llena de detalles interesantes que pocos conocen. Aunque Anne Hathaway interpretó a Andrea Sachs, la primera opción del estudio Fox fue Rachel McAdams, quien rechazó el papel en varias ocasiones.
Meryl Streep también dejó huella más allá de su interpretación: se quedó con los icónicos lentes oscuros de Miranda Priestly y los reutilizó años después en Mamma Mia. Su actuación marcó tanto el personaje que estos accesorios se convirtieron en parte de su identidad cinematográfica.
Otro dato sorprendente es que el vestuario de la película superó el millón de dólares, convirtiéndose en uno de los más costosos para una cinta de comedia. Tras el rodaje, muchas de las piezas fueron subastadas con fines benéficos, reforzando el impacto cultural del filme.

