A pesar de que fue uno de los principales responsables de que la orden 66 fuera ejecutada y la mayoría de los Jedis fueran exterminados, el Count Dooku nunca fue un verdadero Sith, de hecho, los despreciaba tanto como a los Jedis, incluso se reveló que salvó la vida de Obi-Wan, algo que no hubiera hecho si realmente fuera un verdadero Sith.
Antes de irse al lado oscuro de la fuerza y tomar el nombre de Darth Tyranus, Dooku perteneció a la orden de los Jedi, la cual abandonó para seguir sus propias creencias y valores y aunque este camino lo llevó al lado oscuro, nunca se convirtió en un Sith ya que no estaba motivado por el odio o el miedo, elementos característicos de los villanos de ‘Star Wars’.
En algún punto de las precuelas, Dooku reconoce que ha cambiado un consejo corrupto por otro, por lo que su plan es construir un nuevo sistema, para lo cual le gustaría contar con la ayuda de Obi-Wan, razón por la cual le dice al Jedi que su orden es tan mala como la Darth Sidious y para ganarse su confianza le revela que el emperador tiene a varios miembros de la república trabajando para él.
Sin embargo, para decepción de Dooku, Obi-Wan se mantuvo fiel a sus ideales y rechazó la oferta de acabar con los Jedi y los Sith para que existiera una nueva sociedad, donde las personas sensibles a la fuerza gobernarían para crear un nuevo mundo puro y pacífico, pese a esto, Dooku terminó salvándole la vida al Jedi.
En la novela de ‘Revenge of the Sith’ escrita por Matthew Stover, se revela que Dooku intercede ante Palpatine para que le perdone la vida a Obi-Wan y se una a ellos, ya que argumentó que tener al Jedi de su lado legitimaría su causa, sin embargo, Palpatine rechazó la idea ya que sabía que nunca podría atraer a Kenobi al lado oscuro y esto le permitió averiguar que Dooku no era en realidad un Sith, por lo que le ordenó a Anakin que lo asesinara.
Es así que Count Dooku nunca fue un verdadero Sith y terminó perdiendo la vida como un Jedi, puesto que la empatía y la justicia por crear un mundo mejor para la humanidad eran sus verdaderos ideales y no el odio y el egoísmo, como era el caso de Palpatine.