'Como novio de pueblo'
Foto: Instagram

Parece que la receta favorita por los directores mexicanos para sus películas es la comedia romántica y ‘Como novio de pueblo’ es prueba de ello, pues ya vimos esos mismos elementos en otras cintas como ‘La boda de Valentina’, ‘Tiempo Compartido’ y ‘A la mala’ sólo por mencionar algunas.

¿Qué ofrece de diferente está película?

La historia comienza con Diego (José María de Tavira) plantado en el altar, desde ahí la película parece que ofrece una perspectiva diferente, tomando como protagonista a un hombre abandonado por su pareja y no al revés como en otras cintas, pero conforme avanza la trama va dejando huecos que no cumplen con las expectativas.

Luego de estar sumido en una profunda depresión por el abandono de la que se supone sería su esposa, los primos de Diego, Julián (Martín Altomaro) y Miguel (Ricardo Polanco) tratan de ayudarlo llevándolo a un viaje a Puerto Vallarta, como solían hacerlo cuando eran adolescentes.

Ahí el protagonista se encontrará a Martina (Regina Blandón) con quien tuvo una fugaz relación en su juventud.

La historia se vuelve tediosa con forme avanza la película, pues poco a poco la trama se vuelve bastante predecible, es la misma formula vista en decenas de películas mexicanas y no ofrece nada diferente, convirtiéndose en una clásica historia de amor, cuyo final está más que escrito.

Aunado a eso hay que sumar las actuaciones de los protagonistas, que si bien no son pésimas, si dejan mucho qué desear, con personajes que parecen más bien improvisados y carentes de personalidad.

Los chistes son tan forzados que pierden su intensidad y hacen que la historia no mantenga su ritmo original que de por si es difícil de sobre llevar.

La fotografía es buena, pues plasma perfectamente la belleza natural y cultural que tiene Puerto Vallarta, por su parte el soundtrack va acorde a la trama que nos envuelve un poco con la historia que están viviendo los protagonistas, algo bueno tomando en cuenta el resto de la película.

El director Joe Rendón nos ofrece una película muy gastada y predecible, hablando de un tema que la mayoría de las películas mexicanas abordan: amor contra el desamor. Y aunque es una fórmula que funciona muy bien en términos económicos, no sirve para el espectador que busca algo distinto a lo que ha visto en los últimos años.

Si bien la comedia romántica consiguió su objetivo en un principio, quizá haya que tratar de tomar otra vertiente y cambiar de tema para que el cine mexicano vaya evolucionando al igual que el público.