Muchos piensan que lo clásico es una apuesta segura y el negro sin duda es sinónimo de elegancia, algo que Billy Porter rompió esquemas en los Oscar.
Uno de los primeros en pisar la Alfombra Roja de la 91 edición de los Premios Oscar, prefirió arriesgar y romper moldes con un esmoquin de negro y falda de gran volumen, un modelado romántico.
Del brazo de Adam Smith, Porter posó con la cabeza en alto en un explosivo esmoquin-vestido de terciopelo creado por Christian Siriano.
Llevaba corbatín, camisa blanca con puños con volantes y una clásica chaqueta de esmoquin sobre una amplia falda negra hasta el piso.
Mientras que Porter, uno de los protagonistas de la serie ‘Pose’ suele sorprender y apostar por modelos llamativos, otros prefieren lucir más casual, como los mexicanos.
Los hombres eligen su vestuario con tino, quieren despuntar y brillar.
Otro de los estilismos más comentados en el comienzo de la alfombra roja es el del estilista de celebrities Brad Goreski que acudió a la cita con un esmoquin bicolor en blanco y negro, camisa blanca y zapatos con lazada de Louboutin.
Desde que los Oscar comenzaron hace 91 años, la alta costura y el glamour marcan el ritmo de la alfombra roja y es una época para marcar tendencias.
Billy Porter es un actor de televisión y teatro cuyo papel de Pray Tell en la serie ‘Pose’ que habla sobre la escena drag de Nueva York en los años ochenta le ha traído reconocimiento y premios más allá de las tablas de Broadway.
El actor suele recurrir siempre al diseñador Christian Siriano, que se dio a conocer en el programa estadounidense ‘Project Runway’, aunque también ha mostrado a menudo su amor por el diseñador español Palomo Spain y Randi Rahm quien lo vistió para los Golden Globes 2019.