Una de las universidades más prestigiosas del mundo abrió sus puertas al talento nacional, pues por primera vez en 100 años aceptan a mexicana de 17 años en Harvard y la noticia ya se hizo viral en redes sociales.
Se llama Dafne Almazán y es la primera mexicana menor de edad en entrar a estudiar una maestría en la prestigiosa universidad, demostrando que la perseverancia es una herramienta necesaria para el éxito.
Desde pequeña demostró habilidades especiales, pues a los 6 años ya sabía leer y escribir perfectamente, a los 10 terminó la secundaria y a los 13 estudió una licenciatura en Psicología convirtiéndose en la psicóloga más joven del mundo, además ya había tomado cursos online en Harvard.
Ahora para seguir con su carrera de éxito la mexicana estudiará enseñanza de matemáticas: “Siempre se piensa que las matemáticas son difíciles, pero son algo que está en nuestras vidas y se necesitan estrategias para enseñarlas y que los niños se puedan interesar”, comentó en entrevista.
Dafne es considerada un prodigio y nunca estudió en escuelas convencionales, pues la mayoría de sus estudios los hizo por internet bajo un modelo de aceleración radical que significa dejar aprender al niño sin ningún freno y con el apoyo incondicional de sus padres.
Los superdotados “son niños como cualquier otro, solo que con un coeficiente intelectual mucho mayor que el resto de la población”, le dijo a la agencia de noticias el doctor Asdrúbal Almazán, director del Centro de Atención a Talentos (Cedat) y padre de Dafne.
La estudiante mexicana no sólo disfruta de la escuela, pues también le gustan las artes y los deportes: “Estoy aprendiendo piano, violín, guitarra, canto y teatro”. También estudia chino y practica taekwondo y kempo.
“Mis papás me enseñaron antes de que entrara a la primaria todos los temas que debía saber. Así lo hicieron también en la secundaria y en la preparatoria. Mis hermanos siempre me han apoyado con los temas que no entendía”, explicó Dafne a Univision Noticias en 2015.
“Todos tenemos que esforzarnos para lograr lo que queremos, siendo sobredotados o no”, agregó.
La joven también ha dado clases en el Cedat al que acuden más de 300 niños superdotados, que en academias regulares suelen ser confundidos y mal diagnosticados con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Allí se les dan clases escolares y actividades artísticas y deportivas.